Puesta a consumo
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) se crea en 1974 tras la crisis del petróleo, como organismo independiente en el seno de la OCDE, con el objeto de coordinar las políticas de los países miembros en circunstancias de interrupción de suministro de crudo y productos petrolíferos, tanto nacionales como internacionales. La AIE requiere que sus miembros cuenten con reservas equivalentes al menos a 90 días de importaciones de petróleo.
En caso de que la AIE detecte una situación de crisis de suministro, puede promover una acción conjunta, consistente en poner a disposición del mercado un volumen determinado de reservas de petróleo (este volumen se calcula en función de la situación concreta) por parte de cada país miembro, con objeto de aumentar la oferta de crudo y productos disponibles, pudiendo cada Estado establecer la forma en que realiza la puesta a consumo.
Adicionalmente, los países miembros pueden inclinarse por establecer medidas de restricción de la demanda, lo que conllevaría una reducción del consumo. Por último, los países que cuentan con producción propia, cuentan con la posibilidad de aumentar su producción.
Previamente se habían llevado a cabo tres acciones conjuntas en los años 1991 (Guerra del Golfo), 2005 (Huracanes Katrina y Rita) y año 2011 (Primavera Árabe y conflicto Libia). En el caso de España, estas acciones se ejecutaron mediante la puesta a consumo de reservas de productos petrolíferos en manos de la industria.
Como consecuencia de la inestabilidad producida por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania desde finales de febrero de 2022, la AIE ha acordado la activación de dos Planes de Respuesta Coordinados que suponen la liberación en el mercado de 60 y 120 millones de barriles (MBbl). En conjunto, España contribuirá con 2 MBbl y 4 MBbl, respectivamente, lo que supondrá, con carácter transitorio, una reducción total de 7,8 días en la obligación de mantenimiento de existencias mínimas de seguridad por parte de los sujetos obligados. Puede consultar más información aquí.
La UE también contempla en su Directiva 2009/119/CE estas actuaciones en coordinación con la AIE.
Cada país miembro de la AIE debe contar con una Organización Nacional de Emergencia (National Emergency Strategy Organisation, NESO), que permita al Gobierno reaccionar rápidamente ante una crisis de suministro, coordinando las operaciones de emergencia con la industria.
El NESO español es parte de la estructura española de emergencia, cuya última responsabilidad recae sobre el Consejo de Seguridad Nacional, según la Ley 36/2015, de 28 de septiembre, de Seguridad Nacional. El Departamento de Seguridad Nacional es el órgano consultivo permanente que coordina en caso de crisis a los organismos relevantes.
En caso de crisis de suministro, la Dirección General de Política Energética y Minas, junto con CORES, tendrían un rol relevante aportando apoyo técnico para la aplicación de medidas específicas y coordinando las acciones necesarias con los operadores.